_

_

Guacamole azteca

Hace ya tiempo por aquí le dedique un post a aguacate titulado. Quizás afrodisíaco, el aguacate. Y relacionado con aquello viene este post. Es el ingrediente fundamental de una elaboración tan agradecida y gustosa, como es el guacamole.

La palabra guacamole, es casi un receta resumida, pues esta formado por la suma del Nahuatl (lengua azteca) ahuacamolli, proveniente de ahuacatl (aguacate) + molli (mole, salsa).

El origen del guacamole, es de la época de los aztecas y cuenta la mitología que Quetzalcóatl (dios azteca) dio a conocer la receta a los Toltecas y de ahí se expandió con ayuda de los años por todos los lugares que ahora consumimos el guacamole. Aunque existe otra versión mas terrenal que cuenta que en el origen del guacamole intervinieron mucho los colonos, que por tierras de Centro América habitaron. 

En la receta mexicana original se prepara con aguacates machacados, jugo de limón, tomate, chile, cebolla, cilantro y sal. La base del guacamole se resume en aguacate triturado mas pequeños trozos de tomate bien mezclado y acompañado de alguna que otro acompañante de viaje, que como en casi todas las recetas, se añaden a gusto del consumidor.

El guacamole no se puede guardar, ya que el aguacate tiene una enzima que al contacto con el oxigeno se oxida rápidamente, provocando que se vuela marrón, y pierda toda la gracia. Evidentemente lo ideal es preparar el guacamole en el momento de consumirlo.

Es beneficioso para la salud cardiovascular, ayuda a bajar los niveles de colesterol. Este efecto saludable lo produce el aguacate, por ser un fruto de alto valor energético rico en grasas monoinsaturadas, son las recomendadas al momento de combatir el colesterol.

Y si de efectos para el organismo hablamos, no hay que olvidar la función afrodisíaca que se le adjudica, y razón por la cual en numerosas cenas de San Valentín se encuentra presente.

Hablando de San Valentín, para terminar una canción de Linkin Park titulada Valentine's Day.